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Todo un ser divino

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Te conozco porque tú me lo permites,
y eres todo un ser divino,
mi más grande y fiel amigo.
Me es un gusto conocerte
y ser tu amigo hasta la muerte.

Deslumbrante eres conmigo,
y con otros eres el mismo…
¡Sólo tú
puedes ser
lo que eres!

Aunque no hay necesidad
de que yo diga tu nombre…
eso sólo lo sé yo.
Y así lo tendré por siempre,
sin andar haciendo alardes
del cariño de los dos.

Eras tan poquita cosa
que estoy sorprendido ahora
de lo que has llegado a ser:
de ser insignificante
a ser tan indispensable…
así has llegado a ser.

¡Solo él
puede ser
lo que es!
Un filósofo amoroso,
un amigo tan odioso,
un testigo de mi gozo,
de tenerlo junto a mí.

¡Solo él
puede ser
lo que es!
Mi más grande y fiel amigo,
quien recibe mi cariño,
quien comprende lo que digo
y lo sabe recibir.

Muchos puede que de él hablen,
pero eso no me importa,
lo que importa es que él demuestre
lo que es y lo que siente.

¡Solo tú
puedes ser
esa luz
que me alumbra la vereda,
que me dice dónde queda,
y me enseña, como pueda,
lo que ahora debo hacer!

Eres todo
lo que pido;
eres mi más grande amigo.

Es mi amigo,
es mi hermano,
¡sólo él
puede ser
lo que es!